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Sacad la cabeza del culo: por qué la UE te da más libertad que tus sueños bitcoineros jamás te darán

¿Puede la UE superar a Bitcoin en libertad? Un manifiesto por una descentralización real—sin la ilusión libertaria.
Sacad la cabeza del culo: por qué la UE te da más libertad que tus sueños bitcoineros jamás te darán
Photo by Jorgen Hendriksen / Unsplash

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A ver, entiendo la rabia. Las instituciones se sienten lejanas, opacas, corruptas. Ves vídeos de tecno-libertarios, evangelistas del blockchain, maximalistas del cripto diciéndote que la soberanía significa 'estar solo tú', que los gobiernos son parásitos corruptos, que tu dinero se malgasta en burócratas inútiles y que las regulaciones arruinan tu vía rápida al éxito. Vale. Yo también estoy cabreado.
En España cobro un salario medio como autonómo y casi la mitad se me va en impuestos. Y claro que me pregunto: ¿a dónde coño va todo ese dinero?

El sistema de salud empeora cada año; mi pensión es una broma que probablemente nunca veré. Así que créeme, si de verdad la sanidad o la pensión privada “costaran menos”, yo sería el primero en apuntarme. Pero no es así, y un par de profesores de economía reconvertidos en podcasters no me van a convencer de lo contrario. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que el modelo estadounidense es feo, cruel, monopolístico y arruina vidas, pero la rabia mal dirigida impide pensar con cabeza y con empatía.

Tenemos que salir de nuestras cámaras de eco. La UE no es ningún santo, pero ya te da más libertad de la que Bitcoin te dará jamás—y además puede evolucionar, no derrumbarse.

A continuación va mi manifiesto: lo que la UE ya ha hecho (a menudo de forma invisible), lo que debería mejorar, cómo las ideas libertarias y cripto pueden fusionarse con el proyecto europeo, y qué daños reales causaría su colapso.


Lo que la UE ya hace (y casi nadie le reconoce)

Déjame explicártelo: el andamiaje detrás de tu vida que rara vez ves.


  • El Mercado Único: la integración legal, regulatoria y de estándares que te permite comprar, vender, contratar, invertir y moverte con muchas menos barreras a través de 27 países. De hecho, los economistas estiman que ha aumentado el PIB real per cápita entre un 12 % y un 22 % frente a un escenario hipotético sin él. European Central Bank
  • Ha mantenido la paz en Europa durante más de 70 años—un continente que se destrozó a sí mismo dos veces en medio siglo. La UE (y su antecesora, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero) se construyó literalmente para hacer que la guerra entre Francia y Alemania “no solo fuera impensable, sino materialmente imposible”. Desde 1945, ningún par de Estados miembros de la UE ha entrado en guerra entre sí—un récord sin precedentes en la historia europea.
  • Valores democráticos compartidos: mediante los criterios de Copenhague, todos los miembros deben mantener el estado de derecho, elecciones libres, derechos humanos y protección de minorías.
  • Libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales: puedes vivir, trabajar, estudiar y viajar por 27 países sin necesidad de visado. Esto no es solo un lujo para estudiantes de Erasmus; es la base de la soberanía individual real a través de fronteras.
  • Protección al consumidor frente a abusos corporativos: regulaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) se han convertido en el estándar mundial de derechos digitales. Las plataformas de Big Tech todavía luchan con uñas y dientes contra estas normas porque otorgan a los usuarios, no a las empresas, el control sobre sus propios datos.
  • El mayor donante de ayuda humanitaria del mundo: aporta miles de millones para combatir la pobreza global, apoyar la adaptación climática y estabilizar regiones en conflicto. Cuando EE. UU. se retira de acuerdos globales, la UE suele ser quien mantiene las luces encendidas.
  • Liderazgo global en clima: el European Green Deal y el paquete Fit for 55 apuntan a que la UE sea carbono-neutral para 2050—uno de los marcos más ambiciosos del planeta.
  • Derechos laborales y protección social: el European Pillar of Social Rights asegura estándares mínimos de salario justo, igualdad de género y equilibrio vida–trabajo.
  • Diversidad cultural: la financiación a través de Creative Europe respalda traducción, artes, patrimonio y pequeñas industrias culturales en todo el continente—un ejemplo raro de pluralismo respaldado por el Estado.
  • Protecciones al consumidor: seguridad de productos, derechos de pasajeros aéreos y ferroviarios, devoluciones y garantías transfronterizas. Cada vez que devuelves un gadget cutre, dale las gracias a Bruselas.
  • Roam-like-at-home: sin recargos de roaming dentro de la UE. Beneficio directo para viajeros frecuentes, nómadas digitales y estudiantes en el extranjero.
  • Reconocimiento de cualificaciones profesionales: médicos, ingenieros, arquitectos… tus títulos pueden moverse entre fronteras con menos barreras nacionales.
  • Financiación local de la UE: fondos de cohesión, desarrollo regional, subvenciones de infraestructuras, financiación de I+D para universidades y startups.
  • Horizon Europe / becas de investigación: financiación científica colaborativa que une laboratorios de distintos Estados.
  • Acuerdos comerciales y unión aduanera externa: las pymes no negocian 27 tratados; lo hace la UE.

Todo esto ya estructura y protege tu vida de formas que solemos despachar como “burocracia”.


Lo que la gente da por hecho — los beneficios invisibles

Estas son las cosas que perderías las primeras si tiras del hilo y desmontas la UE:

  • Pagar recargos de roaming.
  • Tener que aprender 27 regímenes distintos de derechos del consumidor si compras algo en Alemania o Polonia.
  • Fondos y laboratorios de investigación fragmentados, cortados de los consorcios europeos.
  • Sin identidad digital unificada ni interoperabilidad en servicios públicos online.
  • Casi nula capacidad de los reguladores para frenar contaminación o daños ambientales que cruzan fronteras.
  • Pérdida de movilidad laboral: estudiantes, trabajadores remotos, consultores.
  • Desaparición del poder de negociación conjunto: los países pequeños siendo aplastados en acuerdos comerciales.
  • Ya no pasarás el control de pasaportes en unos segundos sin que te traten como si estuvieras en la lista de los más buscados. Por eso evito pasar por Estados Unidos a toda costa.

Todo eso son los valores por defecto. Quítalos, y de repente tu vida se convierte en un infierno logístico si intentas cruzar una frontera para trabajar o vender algo.


Los fallos de la UE — y cómo arreglarlos de verdad (no con frases vacías)

Sí, la UE tiene fallos gordos. Pero quejarse sin proponer reformas es ruido, no política.

  1. Déficit democrático / distancia institucional
    • Fallo: muchas decisiones se toman en la Comisión o el Consejo, fuera del radar público.
    • Solución: reglas de transparencia fuertes (publicar todas las reuniones, registros de lobby, “puertas giratorias”), más poder de control del Parlamento Europeo, y traducción local de las decisiones: cada regulación importante debería explicarse en medios locales con desglose de costes y beneficios.
  2. Asimetría fiscal: unión monetaria sin unión fiscal
    • Fallo: compartimos moneda y banco central, pero no un presupuesto común sólido.
    • Solución: crear una capacidad fiscal permanente (fondo de estabilización), completar la Unión Bancaria y el seguro de depósitos común. Fondos de inversión gestionados conjuntamente por la UE y los Estados.
  3. Migración y asilo: reparto desigual de cargas
    • Fallo: crisis como la de 2015 sobrecargaron a Grecia e Italia, generando rechazo y euroescepticismo.
    • Solución: cuotas obligatorias de reubicación, más capacidad de la agencia europea de asilo, vías legales de migración, inversión en acuerdos fronterizos y centros de procesamiento.
  4. Lobby y captura institucional
    • Fallo: los grandes lobbies (Big Tech, Big Ag) dominan los pasillos de Bruselas.
    • Solución: registro de transparencia obligatorio, reuniones informales públicas, sanciones más duras, y organismos éticos con poder real.
  5. Lentitud regulatoria e inercia tecnocrática
    • Fallo: leyes bienintencionadas, pero lentas, temerosas, desconectadas del ritmo tecnológico.
    • Solución: “sandboxes” regulatorios para IA, cripto y fintech, procedimientos rápidos para prioridades estratégicas y pilotos público-privados.
  6. Inconsistencia en el Estado de derecho
    • Fallo: en algunos países hay captura judicial y ataques a la prensa.
    • Solución: disparadores automáticos de condicionalidad, subvenciones ligadas a reformas estructurales, y auditorías entre pares.
  7. Carga regulatoria para las pymes
    • Fallo: la normativa está pensada para las grandes empresas; las pequeñas pagan el pato.
    • Solución: Desinversiones o escisiones de pymes (empresas pequeñas y medianas)—la separación de una unidad de negocio específica de una empresa matriz para que opere como una nueva entidad independiente, normalmente más pequeña, que luego puede venderse a un comprador o funcionar por su cuenta. Portales únicos de regulación de la UE, reglas por defecto de mínima carga administrativa, salvo en los casos en que el riesgo sea alto.

Nada de esto es fantasía. Es duro políticamente, sí, pero infinitamente mejor que quemarlo todo para acabar en un infierno libertario de mercado sin reglas.


Retórica anti-UE (y por qué es una chorrada, con datos)

Retórica Reclamo de fondo Refutación / datos
“La UE cuesta una barbaridad; pagamos demasiado a Bruselas.” La UE vacía las arcas nacionales. El presupuesto de la UE es alrededor del 1 % del PNB europeo (y ~2 % del gasto público total), una cantidad ridícula a escala continental. [Epthinktank](https://epthinktank.eu/2021/05/04/communicating-and-perceiving-the-eu-budget-challenges-and-outcomes/public-spending/)
“Las regulaciones de la UE matan la innovación y las startups.” La sobrerregulación destruye la flexibilidad empresarial. El mercado único ha incrementado el PIB real per cápita entre un 12 % y un 22 % a lo largo del tiempo. [European Central Bank](https://www.ecb.europa.eu/pub/pdf/scpwps/ecb.wp2392~83000b6b14.en.pdf). Además, regulaciones como el GDPR o los estándares de seguridad crean confianza, no freno.
“La UE está controlada por lobbies y corporaciones en la sombra.” Cada ley es captura plutocrática. El problema existe, sí, pero muchos borradores, evaluaciones e informes son públicos. La solución es reformar, no huir.
“Estaríamos mejor fuera—más soberanía, menos impuestos, más libertad.” Salir generaría más prosperidad. El coste del freno comercial, las fricciones y los shocks de ajuste es enorme. Brexit es la prueba. El mercado único demuestra los beneficios reales de la integración.
“La UE solo es una burocracia que se queda nuestro dinero y no da nada a cambio.” Sin retorno de la contribución. Los retornos invisibles son reales: subvenciones, roaming gratuito, libre circulación, protección regulatoria, fondos de I+D. Muchos beneficios son difusos y no se reconocen.

Si estás en modo “rabia libertaria”, fíjate en cuántas veces esos comentaristas mienten por omisión—ocultan los beneficios y exageran los costes.


Entiendo el argumento de la “libertad cripto” — así puede fusionarse con una UE progresista y descentralizada

Claro que entiendo el ideal. Descentralización, soberanía individual, protocolos abiertos, resistencia a la censura, libertad cripto—todo eso suena potente. Pero estás apuntando al enemigo equivocado si crees que la UE lo es.
El enemigo real es el tecno-feudalismo: el dominio de las Big Tech, el encierro en plataformas, los monopolios de datos y el control mediático. Esas empresas controlan tus pantallas y la narrativa—no el Parlamento Europeo, las universidades o las bibliotecas que tanto odian los “tech bros”.

Así es como deberían hablar ambos mundos:

  • Regulación con innovación sin permiso
    La UE puede diseñar legislación (como el Markets in Crypto-Assets Regulation – MiCA) que proteja los monederos no custodiales y los protocolos descentralizados, pero sin crear zonas inmunes para plataformas depredadoras. Reguladores como guardianes, no como censores.
  • Infraestructura pública y descentralizada con fondos europeos
    Usar Horizon, fondos estructurales y subvenciones digitales para apoyar protocolos abiertos, blockchains públicos y sistemas de identidad interoperables. Condicionar la financiación europea a estándares abiertos y cláusulas anti-monopolio.
  • Subsidiariedad + presupuestos participativos
    Reavivar la subsidiariedad: gobernanza local, control ciudadano del gasto, pero con financiación europea.
  • Plataformas cooperativas, fideicomisos de datos y bienes comunes, no monopolios
    Reorientar la contratación pública hacia cooperativas, software libre y datos gestionados por usuarios.
  • Proteger la libertad mediante transparencia y auditoría pública
    Usar blockchain y web3 para hacer los algoritmos y datos auditables y accesibles a los ciudadanos.
  • Redistribuir mediante servicios universales, no un Estado central coercitivo
    Piensa en clave libertaria de izquierdas: servicios básicos (salud, educación, infraestructuras) garantizados; mercado libre para el resto.

En resumen: la UE debería ser el facilitador de la libertad descentralizada, no su verdugo. Puedes tener un monedero Bitcoin y exigir que la UE financie investigación en protocolos abiertos. Puedes odiar a Amazon y exigir que la UE la trocee, mientras defiendes las protecciones al consumidor europeas.


¿Qué pasaría si la UE se derrumba? (La parte que los libertarios nunca te cuentan)

Créeme, el caos sería real. Y los villanos no serían los burócratas (aunque a veces también dan ganas de matarlos).

  • Colapso comercial: las cadenas de suministro europeas se rompen; aranceles, fronteras, reglamentos divergentes. Suben los precios, caen los empleos.
  • Colapso de movilidad: adiós libre circulación—estudiantes, trabajadores y nómadas pierden flexibilidad.
  • Fragmentación científica: laboratorios aislados, fuga de cerebros, pérdida de escala.
  • Pérdida de peso regulatorio global: sin bloque, EE. UU. y China imponen sus estándares.
  • Crisis de seguridad: menos intercambio de inteligencia, coordinación y control de fronteras.
  • Caos monetario: los países del euro forzados a reintroducir monedas nacionales—riesgo de impago, inflación, fuga de capitales.
  • Vulnerabilidad exterior: los Estados pequeños a merced de potencias extranjeras, coerción energética y trampas de deuda.
  • Destrucción de bienes públicos: sin regulación ambiental ni coordinación climática.

En un colapso, cambiarías tu “libertad” por desorden, desigualdad y feudalismo corporativo. El vacío sería distópico.


Palabra final (sí, también me pongo emocional)

Veo tu rabia. La entiendo. Estamos atrapados en sistemas rotos. Pero la respuesta no es “quemarlo todo”. Es reiniciarlo, reprogramarlo, rebelarse desde dentro.

Tú pierdes la mitad de tu dinero e ilusión en impuestos y papeleo. Yo también. Pero ese dinero se mete en un puzle de sistemas nacionales, no en una estructura europea unificada que podamos optimizar.
Si la UE se construyera para ti, con descentralización, justicia, tecnología abierta y límites al poder de las Big Tech, la apoyarías sin cinismo.

Sí, la UE es burocrática, lenta y a veces inaguantable. Pero también preserva libertades (movimiento, datos, negocios) que los sistemas privados jamás te darán. El verdadero peligro no es la UE; es que dejemos que las Big Tech sean las guardianas de todo. Que decidan qué es el dinero, qué ves, cómo te conectas. Ese es el infierno que me niego a aceptar.

Así que sí, enfádate. Pero canaliza ese cabreo. Exige una Europa que financie protocolos abiertos, que imponga medidas antimonopolio, que construya infraestructuras públicas, que descentralice en lugar de concentrar el poder.
Una Europa que impulse tu futuro hacia fuera, no hacia dentro.

Yo pelearé por una UE que respete tu monedero Bitcoin, que desmantele corporaciones abusivas, que financie plataformas cooperativas y proteja salud, movilidad y estabilidad climática. Esa es una rebelión que vale la pena apoyar.

Hagamos una Europa que sea más que la suma de sus Estados.
Un común europeo donde la descentralización gane, las Big Tech pierdan, y la gente corriente (tú, yo) seamos más libres que nunca.


Todo mi trabajo está publicado en Ghost, una plataforma descentralizada, sin ánimo de lucro y neutra en carbono —lejos de la financiación de capital riesgo y del control de los señores tecno-feudales.
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Fuentes y referencias