10 min read

Falacias estadísticas en argumentos antiinmigración

Desmintiendo mitos sobre la inmigración con datos, contexto y una pizca de sarcasmo: desde falacias estadísticas hasta sesgos mediáticos, así aprenderás a pensar con claridad en los debates migratorios.
Falacias estadísticas en argumentos antiinmigración
Photo by Rochelle Brown / Unsplash

Puede leer la versión en inglés con enlaces a los estudios y estadísticas aquí.

El gran desafío de la investigación social: por qué las estadísticas sobre inmigración engañan

Cuando las estadísticas de inmigración aparecen en los titulares o salen de bocas indignadas, suelen llegar con esa falsa sensación de objetividad absoluta: «La inmigración aumenta el desempleo», «Los inmigrantes cuestan miles de millones a los contribuyentes», «La inmigración impulsa el PIB», etc. Pero, como señala el politólogo Brian Klaas al comentar el innovador estudio de Nate Breznau de 2022, la realidad es mucho más difusa.

En un experimento a gran escala dirigido por Nate Breznau y sus colaboradores, 73 equipos de investigación independientes —todos con el mismo conjunto de datos y la misma pregunta— debían comprobar si más inmigración reduce el apoyo público al estado del bienestar.

Los resultados mostraron una variación sorprendente:

  • El 60,7 % de los equipos no encontró efecto alguno.
  • El 14,8 % descubrió un efecto negativo estadísticamente significativo (apoyando la idea de que la inmigración reduce el apoyo).
  • El 6,8 % halló un efecto positivo significativo (sugiriendo que la inmigración lo incrementa).
  • El 13,5 % concluyó que la pregunta no podía testarse con los datos disponibles.

Esta amplia gama de resultados —pese a datos e hipótesis idénticos— subraya lo mucho que las decisiones metodológicas pueden influir en las conclusiones científicas.

Como resume Klaas:

“Si le hubieran pedido a un solo equipo de investigación responder esa pregunta, casi con la misma probabilidad habríamos visto que la inmigración incrementa el apoyo al gasto social o que lo disminuye. Una vez publicado, un resultado positivo o negativo podría considerarse dogma. Esa incertidumbre irreductible quedaría oculta… Es un problema mucho mayor que la crisis de replicación. Cuestiona los fundamentos mismos de la investigación social.”

Este “universo de incertidumbre” no es exclusivo de la inmigración —lo vemos en todas las ciencias sociales. Y sí, puede que algunos académicos estén obsesionados con lo políticamente correcto, sean izquierdistas elitistas alejados de la realidad, e interpreten los datos para favorecer a todos esos inmigrantes que arruinan aquellos buenos tiempos en los que podías comprarte una casa y tomarte una cerveza con Jesús.

O podrías estar agradecido de que muchos académicos, a diferencia de políticos y grupos de presión, comparten valores de honestidad, confianza, justicia, respeto y responsabilidad.

El propósito de este ensayo no es enfrentar derecha contra izquierda ni trabajadores manuales contra intelectuales. Todos somos humanos con una historia común de migración, y si no nos escuchamos para diseñar las mejores políticas migratorias posibles, vamos mal.

Lo que quiero que entiendas es que cualquiera estadística sobre inmigración —a favor o en contra— podría haber salido resultando todo lo contrario si otro equipo de investigación hubiera hecho los mismos números. Esto no significa que toda investigación migratoria carezca de sentido, sino que la transparencia metodológica y la replicación son fundamentales antes de hacer afirmaciones rotundas.


Por qué importan las falacias estadísticas en el debate migratorio

La inmigración es uno de los temas más cargados emocional y políticamente en todo el mundo. Y muchos datos que se usan para argumentar a favor o en contra se malinterpretan, se presentan selectivamente o simplemente se entienden mal. Ya sea el miedo a esos “1.300 millones de dólares en vivienda” o afirmaciones fatalistas de que los recién llegados “nunca se integran”, la retórica antiinmigración suele apoyarse en falacias estadísticas.

El poder de los números grandes sin contexto

Los argumentos antiinmigración suelen empezar con cifras impresionantes: “Canadá ha gastado 1.100 millones de dólares en hoteles temporales para solicitantes de asilo” — y suena a una barbaridad. Pero sin contexto, esas cifras son tremendamente engañosas:

  • Repartidos en cuatro años, esos 1.100 millones equivalen a unos 275 millones por año.
  • El gasto federal anual de Canadá es de cientos de miles de millones, así que ese coste de hoteles supone aproximadamente entre el 0,05 % y el 0,1 % del presupuesto.
  • Vender una cifra sin escala (por contribuyente, por año, por unidad de alojamiento) genera una falacia de proporcionalidad: un coste pequeño se presenta como una crisis.

En el Reino Unido, también se oye eso de: “8 millones de libras al día en alojamiento para solicitantes de asilo”. A finales de 2024, el Home Office gastaba unos 8 millones al día en hoteles, y los consejos locales gastaban más de 1.700 millones al año en todas las formas de alojamiento temporal.

¿Por qué es engañoso?

  • Medida temporal: esos son costes de emergencia, no representan gastos sostenidos.
  • No hay comparación con alternativas: se podría ahorrar unos 300 millones al año invirtiendo en vivienda real —con capital recuperable en menos de un año.
  • Falta perspectiva fiscal: el presupuesto central del Reino Unido es de aproximadamente 1 billón de libras al año —esos 8 millones diarios (unos 3.000 millones anuales) representan menos del 0,3 % y podrían reducirse con políticas más inteligentes.

Reagrupación familiar: desmontando la narrativa de la migración en cadena

Directiva de Reagrupación Familiar de la UE (2003/86/CE) —aplica en casi todos los Estados miembros (excepto Dinamarca, Irlanda y Reino Unido, que tenían cláusulas de salida).

  • Permite a no europeos con residencia legal traer a ciertos familiares (generalmente cónyuge e hijos menores; a veces, padres dependientes).
  • Suele exigirse prueba de ingresos estables, vivienda adecuada y seguro médico.
  • Algunos países imponen medidas de integración, como requisitos lingüísticos o de conocimiento cívico.

Ejemplos por países:

  • Alemania: permite que se reúnan cónyuges, hijos menores y, en algunos casos, padres dependientes. Los cónyuges suelen tener que demostrar habilidades básicas en alemán antes de llegar.
  • Francia: similar a Alemania, aunque casi siempre los requisitos lingüísticos se aplican después de la llegada. El umbral de ingresos varía según el tamaño del hogar.
  • Países Bajos: con requisitos de ingresos más estrictos y exámenes de integración cívica antes de la llegada.
  • Suecia: históricamente generosa, aunque ha endurecido sus requisitos recientemente, incluyendo ingresos y vivienda.

En todos los casos, los argumentos antiinmigración suelen centrarse en quienes “no hablan el idioma” o en los ancianos que “destrozan el sistema de bienestar”. Pero la realidad es otra.

Contribución y bienestar económico-social a lo largo del tiempo

Me voy a centrar en Canadá para mantener el texto breve, pero se pueden encontrar conclusiones parecidas en otros países occidentales.

Contribuciones directas:

  • Cónyuges y parejas:
    • El 68 % trabaja (a tiempo completo o parcial) desde el primer año, y esa participación se mantiene durante el primer década en Canadá.
    • El trabajo por cuenta propia va del 12 % al 16 %, y los ingresos por inversión están presentes en el 10–18 % de los casos.

Atacando el argumento de la “entrada demasiado fácil” y la “carga del bienestar”

Preocupación: “Facilitar la entrada familiar significa que no aprenderán inglés o francés y cargarán con el bienestar”.

Evidencia en respuesta:

  1. Aprendizaje del idioma oficial
    Aunque los padres no llegan hablando perfectamente, los niños normalmente se integran lingüísticamente en la escuela y la vida diaria. Adaptarse al idioma lleva su tiempo—y el sistema canadiense lo reconoce con servicios gratuitos de apoyo, programas de inglés como segunda lengua (ESL) y ayudas comunitarias.
  2. Realidad de la carga sobre el bienestar
    El uso del seguro de desempleo (EI) y de asistencia social entre cónyuges es bajo —el EI ronda entre el 10 % y el 16 %, y la asistencia social está en torno al 2 %–5 %.
    Además, los beneficiarios desempeñan roles importantes en labores no remuneradas (cuidado infantil, atención familiar) que contribuyen tanto económica como socialmente a la integración de sus patrocinadores.

Estas cifras ayudan, pero no cuentan toda la historia. Admito que estas estadísticas pueden simplificar la realidad —el tamaño de muestra, el auto-reporte y las diferencias entre mercados laborales regionales influyen en los resultados. A menudo olvidan el trabajo informal, no remunerado o detrás de escena que mantiene hogares, comunidades e incluso economías locales en marcha. Y aunque las correlaciones entre empleo, idioma y uso del bienestar son interesantes, no prueban automáticamente causalidad.

Podemos debatir sobre el lado económico durante horas y no llegar a nada. Pero lo que es indiscutible es que la familia apoya el bienestar de quienes la rodean, y eso es justo lo que necesitamos si queremos que la gente se integre en su nueva cultura.


Mitos sobre barrios étnicos y persistencia lingüística

Problemas en el lugar de trabajo y comunicación: enfoque de inteligencia cultural

Surgen preocupaciones como:

“En mi lugar de trabajo tenemos salas de oración comunes, pero los descansos se complican cuando distintas religiones compiten por el mismo horario.”
o
“Como ingeniero naval, los ucranianos hablan en ucraniano por la radio —¿y si supone un riesgo para la seguridad?”

No son exageraciones imposibles. Reflejan desafíos de coordinación, no segregación voluntaria. La investigación ofrece soluciones claras:

  • La formación en competencia cultural reduce la mala comunicación en entornos laborales multiculturales. Organizaciones como La Passerelle I.D.É. ofrecen talleres específicamente diseñados para preparar a trabajadores recién llegados y a sus empleadores hacia entornos inclusivos.

En entornos regulados como operaciones marítimas, la comunicación por canales oficiales (como la radio) ya está sujeta a protocolos y licencias. Las guías lingüísticas en estos sectores no son nuevas; solo necesitan aplicarse y aclararse.

Entiendo que las preocupaciones sobre comunicación en el trabajo o compatibilidad religiosa puedan parecer reales. Pero no demuestran falta de integración. Los marcos legales y los valores compartidos de Canadá pueden garantizar tanto la preservación cultural como el funcionamiento en un idioma común. Con buenas políticas —como formación en competencia cultural, estándares lingüísticos en entornos críticos y planificación inclusiva de horarios— estos conflictos pueden resolverse de forma eficaz y humana.

Antes de pasar al “¡EXPULSAD A TODOS!”, ¿por qué no “CONTRÁTAME A MÍ EN SU LUGAR”?


Cómo pensar estadísticamente (y con justicia) sobre la inmigración

No necesitas un doctorado en econometría para detectar estadísticas sobre inmigración malintencionadas—aquí tienes tu “kits mental”.

1. Problemas de referencia: por qué muchas estadísticas antiinmigratorias parten mal

Uno de los errores más comunes no está en los números, sino en la base sobre la que se calculan. Si Tom, Jane y Harry reciben distintos porcentajes de subida salarial, no puedes sumarlos para obtener un “incremento total”—el número real depende de sus salarios originales. El 5 % de Tom sobre 100 000 $ es mucho más en términos absolutos que el 15 % de Harry sobre 10 000 $. Si sumas sin tener en cuenta la base, acabas con un número absurdo.

Esta trampa aparece una y otra vez en la retórica antiinmigratoria:

  • Estadísticas de criminalidad: un titular podría decir “los inmigrantes cometen un 15 % más de delitos”. ¿Pero respecto a qué? Si la base es un grupo pequeño en una ciudad, el número puede parecer dramático mientras oculta que la tasa general de delitos está estable o disminuyendo.
  • Uso de bienestar: se pueden decir cosas como “los inmigrantes tienen un 20 % más de probabilidad de usar prestaciones”. Pero si los inmigrantes parten de ingresos más bajos (una base diferente), la comparación es engañosa. Ajustando por ingresos y edad, esas diferencias suelen reducirse o desaparecer.
  • Impacto económico: los detractores comparan “costes totales” sin considerar la referencia per cápita. Por ejemplo, si una ciudad gasta 100 millones en servicios para inmigrantes, eso suena a carga—hasta que te fijas en que el gasto total es de 5 000 millones. El porcentaje es pequeño, pero el número bruto fue seleccionado para atraer atención.

La regla básica: nunca te fíes de un porcentaje si no conoces la base. Al igual que en finanzas, los porcentajes sin contexto pueden convertir ganancias en pérdidas, o pérdidas en ganancias. Los datos migratorios sin referencias adecuadas pueden transformar la estabilidad en “crisis”.

2. Pregúntate siempre: “¿En comparación con qué?”

Los números grandes adoran ocultarse en el vacío.

  • Estadística mala: “La inmigración cuesta 1.100 millones.”
  • Mejor pregunta: “¿Cómo se compara eso con el presupuesto total?” (Respuesta: alrededor del 0,05–0,1 % del presupuesto federal canadiense).

Sin una comparación, cualquier cifra se puede hacer sonar aterradora —o insignificante. Consejo: cualquier número sin una referencia tiene truco.

3. Ten en cuenta los marcos temporales

Muchas cifras alarmistas son instantáneas dentro de momentos de transición:

  • El desempleo entre refugiados suele ser más alto en el primer año —y eso es normal.
  • Al cabo de cinco años, suele equipararse con el de la población nacida en el país.
    Si alguien cita un “problema” basado en el tercer mes tras la llegada, es como juzgar a un maratonista en el kilómetro 0,2.

4. Comprueba quién recoge los datos (y por qué)

Las agencias estadísticográficas gubernamentales, revistas revisadas por pares y grupos de reflexión tienen incentivos distintos.

  • Un político podría publicar una cifra de “coste” que excluya las contribuciones fiscales.
  • Un estudio revisado por pares puede enfocarse en un único resultado (como uso de bienestar) mientras ignora otros (como ingresos fiscales o apoyo infantil).

Consejo práctico: si la fuente es una nota de prensa de un grupo de presión, imprímela y úsala como papel higiénico.

5. Cuidado con el promedio sin distribución

La renta media de inmigrantes podría ser menor que la media de los nacidos en el país, pero eso oculta una enorme variación: ingenieros tecnológicos, médicos, trabajadores agrícolas y recién llegados se agrupan bajo la misma etiqueta. Y, ¿qué promedio es ese? ¿Moda, mediana, media, media armónica, media ponderada? Tienes que saberlo. Y si no lo sabes, léete Flaws and Fallacies in Statistical Thinking de Stephen K. Campbell, el detonante que me llevó a escribir este artículo.

6. Alerta con los saltos de correlación a causalidad

La correlación es la fruta fácil del argumento antiinmigración:

  • “La inmigración aumenta, y el desempleo también” no demuestra que una cause la otra.
  • Factores como automatización, recesiones globales o políticas de vivienda pueden explicar las tendencias.

7. Resiste la selección emocional de pruebas

Las anécdotas (“conozco a uno que…”) tienen fuerza emocional, pero no equivalen a datos poblacionales. La experiencia del primo del vecino no representa nada estadístico—es solo una historia.

Pensar estadísticamente no es memorizar fórmulas. Es mantener viva la curiosidad el tiempo suficiente para preguntar: ¿Qué falta aquí? ¿Quién se beneficia si lo creo? ¿Dónde está la foto completa?

No solo es útil en debates migratorios —también sirve para detectar tonterías en cualquier conversación de políticas públicas.


¿Listo para crear una vida fuera de los sistemas que nos fallaron?

Si estás listo para encontrar conexión, claridad y confianza fuera de sistemas que dependen de la obediencia, únete a uno de los programas de Born Without Borders—donde lengua, cultura y movimiento se encuentran con la curiosidad radical.

English Without Borders
Lengua para ciudadanos globales—no robots de gramática. Aprende a expresarte con matiz, integridad y conciencia cultural.
👉 Learn more

Cultural Competence Coaching
Construye herramientas para liderar, colaborar y comunicar entre culturas—sin convertirte en un cliché de LinkedIn.
👉 Book a free intro call

Fitness on the Move
Entrenamiento minimalista para nómadas y mentes neurodivergentes. Sin vergüenza. Sin material. Solo consistencia, adaptabilidad y respeto por tu vida real.
👉 Start here


¿Quieres apoyar un trabajo que no vende tu alma?

Esta plataforma funciona con Ghost—descentralizada, sin ánimo de lucro, sin anuncios y neutra en carbono.

Si este trabajo importa para ti, aquí tienes cómo mantenerlo vivo:

Hazte miembro de pago
Accede a contenido exclusivo y escritura experimental por solo 5 $/mes o 50 $/año.

Hazte miembro fundador
Mantén este espacio libre del infierno algorítmico. Ayuda a financiar pensamiento verdaderamente independiente.
30 $/mes o 300 $/año.


No alimentes a los algoritmos

¿Prefieres la acción directa? Aquí va:

  • 📤 Comparte este artículo directamente—pásate de largo la tragaperras de dopamina de las redes sociales.
  • 🔁 Usa estas herramientas pensadas para ciudadanos globales:
    • Home Exchange: intercambia casas, no facturas de hotel. Vive como local en cualquier parte del mundo.
    • Wise: envía dinero entre países sin perder la cabeza (ni la mitad de tu sueldo en comisiones).
    • Preply: gana la vida enseñando a gente de todo el mundo.
    • Flatio: una versión más ética de Airbnb.